No se si ha sido el exceso de euforia del último mes, la tranquilidad y libertad recuperada, los conciertazos, que se ha mezclado con el excesivo calor, las migrañas y mi cercano cumpleaños, que llevo desde ayer en completa apatía. Sin ganas de hacer, ver o escribir nada, delante de la ventana y viendo cómo los grajos pasan y se funden al sol. Intento hacer un examen interno para intentar descubrir la causa y no encuentro realmente un motivo único o un elemento disparador. Es simplemente un big bang apático.
Estoy seguro que no es debido a ella, porque apenas he querido pensar mucho en el tema, aunque reconozco que a veces la echo de menos. Tampoco es el tema de la edad. Hace tiempo que decidí que dejaría a Stephen Hawking preocuparse por el tiempo (a menos en su forma einsteiniana) y que yo me dedicaría al carpe diem sin preocuparme si tengo 20, 30 o 50 años.
Tal vez sea que me veo en un espiral de eterno repetitivismo, como en Atrapado en el Tiempo, que hace que repita una y otra vez los acontecimientos del día a día. Reconozco que soy una persona que le cuesta cambiar, una vez me acostumbro a una rutina no me sacan de ahí ni a pedradas. Soy aburrodo y la mayoría de cosas que la gente entiende por divertadas, entretenidas o simplemente "normales" a mi me agobian hasta la saciedad. A veces incluso me he planteado la posibilidad de encontrar trabajo en una plataforma petrolífera o en el Hespérides y desaparecer un año o dos para hacer un reboot de mi mente. Pero incluso para eso me faltan las pelotas suficientes.
Así que aqui estoy, ahora mismo delante de un documento en blanco, escuchando la misma pieza de Satie (Gymnopedie nº1) una y otra vez, mirando la pantalla como un bobalicón hacidno la fotosíntesis con la luz del monitor.
Incluso me planteo dejar un tiempo el blog, porque no me veo capaz de escribir mucho más en él y no quiero que se convierta en la rutina de postear el primer video cachondo que encuentre. Al menos hasta que no remonte.
Estoy seguro que no es debido a ella, porque apenas he querido pensar mucho en el tema, aunque reconozco que a veces la echo de menos. Tampoco es el tema de la edad. Hace tiempo que decidí que dejaría a Stephen Hawking preocuparse por el tiempo (a menos en su forma einsteiniana) y que yo me dedicaría al carpe diem sin preocuparme si tengo 20, 30 o 50 años.
Tal vez sea que me veo en un espiral de eterno repetitivismo, como en Atrapado en el Tiempo, que hace que repita una y otra vez los acontecimientos del día a día. Reconozco que soy una persona que le cuesta cambiar, una vez me acostumbro a una rutina no me sacan de ahí ni a pedradas. Soy aburrodo y la mayoría de cosas que la gente entiende por divertadas, entretenidas o simplemente "normales" a mi me agobian hasta la saciedad. A veces incluso me he planteado la posibilidad de encontrar trabajo en una plataforma petrolífera o en el Hespérides y desaparecer un año o dos para hacer un reboot de mi mente. Pero incluso para eso me faltan las pelotas suficientes.
Así que aqui estoy, ahora mismo delante de un documento en blanco, escuchando la misma pieza de Satie (Gymnopedie nº1) una y otra vez, mirando la pantalla como un bobalicón hacidno la fotosíntesis con la luz del monitor.
Incluso me planteo dejar un tiempo el blog, porque no me veo capaz de escribir mucho más en él y no quiero que se convierta en la rutina de postear el primer video cachondo que encuentre. Al menos hasta que no remonte.
2 comentarios:
Mucho ánimo y no esperes a que las cosas sucedan...haz algo por cambiarlo, aunque creas no tener wevitos....cuando te pongas, verás que los tienes y bien puestos!!!!
Un montón de besos!!!!!
Ayayay, no nos vayas a dejar sin tu blog...y no te amusties, que el verano y los calores pasan volando!!
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