No voto porque nadie ofrece soluciones verdaderas. Seguimos siendo unos primates que valoramos más la estabilidad personal que el futuro. Nos aferramos aún a creencias medievales radicales. Discutimos por cuestiones o afrentas de hace tanto tiempo que ni siquiera conocemos el problema verdadero. Vivimos en un mundo de ignorantes que no sólo se regodea de serlo,sino que se enorgullece de ello y su único anhelo es tener más que los demás antes que cualquiera.
Ni siquiera nos preocupamos por el mundo donde vivimos. Nos limitamos a la monotinía del día a día sin pensar en evolucionar juntos. Nos espera una era oscura de pensamiento plano controlado, un futuro gibson-orwelliano donde no seremos más que ovejas. Comeremos soylent y nos inyectaremos prozium mientras clerigos grammaton vigilaran que no haya un atisbo de emoción y de esperanza en nuestros rostros.
Es una lástima. Peor, es una vergüenza.
Disfrutad de vuestra vida en Ciudad Cucaracha.
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