lunes, 30 de marzo de 2009

El ascensor maldito


Cuando era crio, al lado de mi colegio teníamos la sede de una distribuidora de cine (Cinesa, creo recordar). Siempre tenían colgados fuera los carteles con las películas que estrenaban en sus cines, y recuerdo que muchos de elloa eran de miedo. Ninguno de esos carteles me impactó tanto como "El ascensor". Tanto que durante un tiempo me daba pánico entrar en uno, sobre todo si era del tipo moderno, con puertas de metal y ni un pequeño ventanuco de cristal.

Años después el ascensor me persigue. En mi oficina hay cuatro ascensores, dos van a las plantas pares y dos a las impares. Pero como yo trabajo en la última planta, el octavo piso, por algún extraño motivo todos los ascensores suben hasta ahí. Y el que más miedo da es el número dos. Se cuelga constantemente, cuando subes oyes ruidos raros, se balancea, cruje, incluso a veces parece que se atasca o que alguien desde fuera está golpeando. A veces se va la luz misteriosamente y últimamente esta empezando a tener una reacción extraña, porque parece que el ascensor juega contigo. Primero parece que baje pero al segundo se para y empieza a subir muy lentamente. Y claro, cuando te pasa eso a las 7 de la mañana sin apenas gente en el edificio, pues es un incordio.

Además, siempre que pides el ascensor es el primero que suele aparecer. Y claro, no te das cuenta hasta que estás dentro y se cierran las puertas. Una vez tuve que hacer uso de mi fuerza herculana para abrir la puerta cuando nos quedamos cuatro encerrados a ultima hora y no habia ni dios cerca. O un compañero que se quedó encerrado en pleno verano una hora y media a la hora de comer.

Si alguna vez venís de visita a la oficina os recomiendo que paséis de coger el número dos. No vaya a ser que acabéis en Silent Hill. Y hablando del tema, otro día os explico lo de los pasillos del bloque de oficinas, que tambien tienen delito.

¡Mucho cuidado con los ascensores malditos!

1 comentario:

B dijo...

No te comento mucho, que me da bastante yuyu...