Todos tenemos una, la que nos ponemos sólo para dormir siempre que podemos (a no ser que esté en la lavadora). No tiene que ser nuestra mejor camiseta pero muchas veces suele ser una que en su día llevamos y ahora que es vieja no queremos verla convertida en trapos para limpiar. Un día nos la pusimos para dormir y resultó ser la más cómoda, la más fresca y con la que mejor dormíamos. Es amor a primera vista y no lo podemos evitar.
Normalmente intentamos conservar esa camiseta el máximo tiempo posible. Llevamos a esconderla de madres/pareja para que no nos la tiren, volviéndonos un tanto paranóicos. En ocasiones nos condenan al ostracismo hogareño (¿Donde vas con eso? ¿Aún llevas esos pingajos?) si nos ven con ella puesta.
Poco antes de irnos a dormir la buscamos, aunque puede ocurrir que la llevemos puesta desde antes de la cena. Pero si no la encontramos nos podemos nerviosos ¿Dónde la puse? ¿La habrán tirado? ¡Pero si estaba limpia! son las frases más comunes que se escapan de nuestros labios en ese momento. Luego la desesperación (¡Me la han tirado!) y la cólera (¡No habrán sido capaces de hacerla trapos!).
Y un día sucede LA TRAGEDIA. Nos pasamos con la lejía, nos enganchamos con algo o simplemente ya no es posible remendarla o zurcirla para salvarla del cruel destino. Mientras practicamos la eutanasia textil y la convertimos en trapos (o la tiramos, depende de su estado) algo muere con nosotros. Es como llevar a tu mascota favorita al veterinario para ponerle sacrificarla. El horror.
Pero nos reponemos y siempre conseguimos una que remplace nuestra pérdida. Aunque a veces cuesta mucho. Lo único que puede aliviar tal pérdida es que a veces ya desponemos de uno o dos repuestos. Si eres previsor alternarás tu camiseta amada, teniendo siempre un par de favoritas como mínimo.
Obviamente todas estas tontunas no sirven si sois de los que duermen con pijama, camisón, ropa interior o en desnudos. Yo particularmente prefiero dormir en camiseta salvo los días de calor infernal.
Y como cierre, os desvelaré cual es mi camiseta favorita. Hace muchos años me regalaron una camiseta del Dangerous Tour de Michael Jackson, del año noventa y pico, un colega que había hecho camisetas para la gira en cuestión. Yo la alternaba con una de Utena que me había comprado también hace muchos años, pero esa acabó hecha un asco. Sin embargo, pese a estar descolorida tras muchas lavadas, la camiseta de MJ ha aguantado el paso del tiempo y es supercómoda para dormir.
Normalmente intentamos conservar esa camiseta el máximo tiempo posible. Llevamos a esconderla de madres/pareja para que no nos la tiren, volviéndonos un tanto paranóicos. En ocasiones nos condenan al ostracismo hogareño (¿Donde vas con eso? ¿Aún llevas esos pingajos?) si nos ven con ella puesta.
Poco antes de irnos a dormir la buscamos, aunque puede ocurrir que la llevemos puesta desde antes de la cena. Pero si no la encontramos nos podemos nerviosos ¿Dónde la puse? ¿La habrán tirado? ¡Pero si estaba limpia! son las frases más comunes que se escapan de nuestros labios en ese momento. Luego la desesperación (¡Me la han tirado!) y la cólera (¡No habrán sido capaces de hacerla trapos!).
Y un día sucede LA TRAGEDIA. Nos pasamos con la lejía, nos enganchamos con algo o simplemente ya no es posible remendarla o zurcirla para salvarla del cruel destino. Mientras practicamos la eutanasia textil y la convertimos en trapos (o la tiramos, depende de su estado) algo muere con nosotros. Es como llevar a tu mascota favorita al veterinario para ponerle sacrificarla. El horror.
Pero nos reponemos y siempre conseguimos una que remplace nuestra pérdida. Aunque a veces cuesta mucho. Lo único que puede aliviar tal pérdida es que a veces ya desponemos de uno o dos repuestos. Si eres previsor alternarás tu camiseta amada, teniendo siempre un par de favoritas como mínimo.
Obviamente todas estas tontunas no sirven si sois de los que duermen con pijama, camisón, ropa interior o en desnudos. Yo particularmente prefiero dormir en camiseta salvo los días de calor infernal.
Y como cierre, os desvelaré cual es mi camiseta favorita. Hace muchos años me regalaron una camiseta del Dangerous Tour de Michael Jackson, del año noventa y pico, un colega que había hecho camisetas para la gira en cuestión. Yo la alternaba con una de Utena que me había comprado también hace muchos años, pero esa acabó hecha un asco. Sin embargo, pese a estar descolorida tras muchas lavadas, la camiseta de MJ ha aguantado el paso del tiempo y es supercómoda para dormir.
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